Hace un par de años, la curiosidad nos llevó a Etiopía, conocida como la tierra natal del café. Andábamos buscando algo distinto, un café diferente que fuera capaz de sorprendernos. Y, por supuesto… ¡Aquí lo encontramos!
En Nansebo, en la zona de West Arusi, alcanzamos nuestro destino. Al oeste del Parque Nacional de las Montañas de Bale, llegamos a una de las regiones cafetaleras más destacadas del país. Se trata de una zona alta, de tierras fértiles, donde gracias a la presencia de los ríos de Bale, la cantidad de agua es muy elevada.
En esta zona, con abundantes precipitaciones y suelos fértiles, se dan las condiciones perfectas para el cultivo de un café que, sin duda alguna, es excelente.
Debido a que la producción de café está muy vinculada a la cultura y a la economía de esta región, su cultivo se realiza con alma y pasión. Así lo hace Heleanna Georgalis, productora al frente de la compañía en la que se limpia y clasifica este café. Y lo mejor es que, además de continuar con el legado de su padre, se preocupa en primera persona por la calidad. Y, ¡eso se nota!
Tras contarnos que los cafés de Sidamo son conocidos por su acidez fresca y por sus notas cítricas y florales, continuamos felices nuestro camino, en busca de nuevas experiencias.